La mirada es el camino que conduce hacía el alma y la esencia de las personas.

viernes, octubre 07, 2005

MUERTE

La muerte me persigue. Por más que intento huir de ella no puedo, siempre me encuentra.
Hace años estoy luchando contra ella, pero siempre me vence.


Han sido muchas la recaidas, el sentir como mi cuerpo se agota por el cansancio, la fuerza se termina. Los pies ya no me dan más. Mis ojos ya no brillan, estan opacos, tengo ojeras. Mis labios resecos y morados, ya se leen el espanto de la muerte.


Me siento impotente, es una guerra que sin luchar ya la perdí.
El único que ha logrado disipar esa sensación de muerte ha sido EL.


Ese hombre ha sido mi amigo, porque cuando he tenido crisis siempre ha estado para ayudarme, para darme fortaleza. Tembién es mi amante, porque cuando haemos el amor me olvido de mi condición, no siento el sabor a muerte, al contrario me siento más viva que nunca.


Pero, cuando estoy sola y deprimida mi realidad me atormenta.


Antes, pensaba que la muerte era tan natural, pero cuando sabes que te está pisando los talones sientes mucho miedo.


Hoy no tengo miedo porque siento que ya llegó el momento de la partida, del descanso de este sufrimiento. Dios por fin se apiado de mí.


Estoy sola en mi cuarto. Con música de Ricardo Arjona de fondo, mientras plasmo estas últimas letras. Mi cuerpo no da más. Ya no puedo escribir. Mis únicos recuerdos son de ÉL. Ese amigo, ese amante, ese todo. Al que le agradezco ese amor incondicional hacía esta moribunda. Juro que cuando cierre los ojos y los abra en el infinito, pensaré en EL. Porque lo amor y lo amaré por siempre: Aun después de muerta.


Son los últimos segundos de existencia terrenal. La muerte está sonriendo ya me tiene entre los suyos. Soy una vela más para su altar. Me voy Feliz. Con la certeza de haber luchado y conocido el amor.

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