Bendito los cielos por cruzarte
como una luz en mi camino
donde había tanta oscuridad
Benditas las estrellas por accederme
hallar tu rostro entre la inmensidad de un mundo
donde hay tantas fachadas
Bendito el sol por permitirme sentir tus brazos
cuando ya había perdido la noción
del calor de unos
Bendita la naturaleza por dejarme
sentir el roce de esos labios
cuando ya había olvidado esas sensaciones...