HAZME EL AMOR

Los pensamientos vuelan, los deseos se despiertan, se concentran, los suspiros se evocan... Los deseos más frustrados brotan como pétalos entre las vertientes de mis sentidos. Por eso te esta noche te pido:

Hazme el amor sin detenerte, la sangre que escurre de mis labios es por el dolor esclavizante de tus besos y por el placer que me provocas.

No te detengas si dejas huellas sobre mis senos o arañas mis espaldas en el instante en que excitados por este placer caemos exhaustos pero dispuestos a continuar.

toma mis piernas con tus manos no importa que dejes tus huellas marcadas, aprisionalas entre las tuyas para sentirte mejor, para desbordar esos deseos que deseamos dejar salir de nuestro cuerpo.

Por favor, hazme el amor, cabálgame como corcel que tiene entre sus piernas el control del instante placentero, pero no te detengas que estoy en mi limite, limite que te estoy amando y deseándote más que nunca.

Hazme el amor como nunca se lo hayas hecho a nadie, como si fuera la última vez que tienes entre tus brazos y cuerpo a una mujer que te esta haciendo rebosar todos tus instintos y que no deseas que este instante de pasión llegue a su fin.

NOCHE EN AQUEL BAR

Sentado frente a la barra del bar con una cerveza, su mirada tan ausente, que no se había percatado que desde que se postro en esa silla no le había quitado la mirada.

No podía concentrarme en el baile, así que opte por decirles a mis amigos que no quería bailar.

¿Por qué tan solo y con la mirada tan pérdida? –Le pregunté para entablar conversación.

Sólo escucho música y pienso. Me respondió. Me hubiera encantado saber en que pensaba. ¿Será que piensa en mi?.... Que absurda soy….

Le sonreí. Sabía que con ello podía decirle mucho. Me invitó a bailar una salsa de alcoba “La noche más linda del mundo la he pasado yo contigo…. Que noche. Que noche. Nunca la olvido”. Muchos dicen que esa salsa solo excita al sexo y por ello la tildan de vulgar. No me importa si lo es. Porque cuando ese hombre me tomo de la cintura me estremecí como un gato al ser acariciado.

Era tan varonil, sus manos grandes y delicadas, vientre con una pequeña panza, piernas gruesas y unas nalgas firmes y erguidas. Su cuerpo contrastaba perfectamente con su rostro. Cejas tupidas y bien definidas, ojos cafés grandes con unas pestañas muy largas. Nariz puntiaguda, labios gruesos y rosados como una cereza que provoca comer a mordiscos. Sombra de barba que se sentía muy bien cuando rozaba con mi rostro. Su piel suave, tersa y color canela. Era un hombre con una mezcla de elegancia, madurez, misterio y ternura….


Mientras bailábamos no cruzábamos palabra alguna. No hicimos más que jugar con la mirada y los labios. Aunque ganas no me faltaban ganas de besarlo, era mejor el juego.

De repente me dio un beso, le respondí. Nos besamos tan apasionadamente; como un niño cuando tiene sed y logra satisfacerla. En aquel instante me hubiera encantado hacerle el amor para demostrarle cuanto me interesaba y lo que me incitaba.

Es tan extraño eso a lo que le llaman química. Solo con mirarlo al frente de esa barra, mis sentidos se estremecieron de tal forma que termine respondiéndole un beso que deseaba, contándole mi vida y por supuesto proporcionándole mi número telefónico.

Desde aquella noche ese hombre ya no se postra en esa silla de aquel bar. Ya encontró su compañía. La mujer que hora lo hace vibrar, sentir y desbordar eso deseos de hombre.

MENTIRAS

¿Quién no ha dicho una mentira?

¿Quién no ha dicho un te amor sin realmente sentirlo?

¿Cuantos no han negado a su esposa o novia por llevarse a una mujer a la cama o para disfrutar de una fugaz aventura?

¿Cuantas no han fingido un orgasmo, para no tirarle al suelo el ego al hombre?

¿Quién no se ha negado al teléfono o ignorado la llamada del celular porque no quieres hablar con esa persona? y luego decirle: Me hubiera encantado hablar contigo en ese momento.

¿Quién no ha sacado diez mil excusas a esa persona que tu le interesas pero que a ti no?

¿Cuantos no han tenido relaciones simultaneas porque no se atreve a termina con una, solo porque no quieres hacerle daño a una de ellas?

Muchos han dicho alguna vez una de estas mentiras fundamentadas en no querer hacerle daño a esa persona o personas que quieres tanto....

Que facilistas y cobardes somos. Preferimos una mentira que una verdad. " una mentira vale más que una verdad que te amargue la vida" como dice un tema de Arjona…

Aunque es cierto que hay varios tipos de mentiras. Desde piadosas, esas que no le hacen daño a la gente y que aveces es mejor callar que decirlas, pero también es cierto que existen unas que envenenan el alma.... y son esas que es preferibles decirlas que ocultarlas.

¿Si en algún momento se descubre la verdad este fundamento de no querer hacer daño servirá de algo?. No lo creo..... No hay nada peor que una mentira. Es mejor aceptar una derrota, un dolor que vivir en una fantasía……

Las cosas suceden por algo, porque Dios, el destino o lo que sea lo quiso así, pero es mejor una verdad a tiempo que el desprecio de todo una vida....